viernes, 5 de julio de 2013

Un Algo o3 - Quinta parte

El comportamiento de las personas es difícil de comprender, pero supongo que cuando todas las personas que te rodean dedican su tiempo a hacerte daño te hace desear permanecer alejado del mundo. Y sí, me estoy refiriendo a Johan. Al día siguiente de la paliza me acerque en el receso para preguntar cómo se encontraba, pero me repelió con palabras mordaces de que no necesitaba de mi lástima.
Cuando suceden cosas así te das cuenta de cuan estúpida es la gente, o de cuan rota se encuentra...
Me he acostumbrado a buscarlo en los recesos para preguntar por su estado de salud. No tiene buen aspecto, y pueden apreciarse ojeras en su rostro, pero siempre responde con un "bien" y se aleja de mi lo más rápido que le permite su cuerpo lastimado.
A pesar de que me he acostumbrado a buscarlo con la mirada cuando entro a la escuela o me mantengo cerca para que no lo golpeen, aún no se ha vuelto una rutina. Me he preguntado qué es lo que hace que me preocupe por él cuando hasta recién apenas notaba su existencia, así como he tratado de volver a ese estado de ignorancia, pero es algo que no he logrado hacer hasta el día de hoy. Tal vez sea porque una vez que realmente tomas nota de la existencia de alguien, no puedes hacerlo desaparecer.
Unos días después de eso, tal vez una semana, me vi rodeado nuevamente de indeseables, aunque a estos los podía reconocer con facilidad. Eran cinco y me habían increpado sobre mi "relación" con Johan al final del último receso.
— ¿Qué? —les dije.
Por supuesto que no había ningún tipo de relación más allá de la cordial por mi parte, e indiferente por la suya, cosa que continuaba molestándome. Johan jamás se convertiría en un amigo principalmente porque ni siquiera me quería cerca de él. Yo me había vuelto una especie de acosador. Pero, al parecer, ellos pensaban que yo tenía una relación del tipo romántica con él, por lo que no dejaron de hacer preguntas al respecto y soltar burdas amenazas. No me dejaron en paz hasta que les respondí con un "no", y sólo entonces me dejaron alejarme hasta el salón de clases.

No hay comentarios: